Grata sorpresa después del palizón del recorrido a la Foz, bajo un sol de justicia. Local sencillo pero super acogedor, climatizado y decorado con exquisito gusto moderno y fresco. Trato familiar y muy agradable con menú de 12 € en viernes, más q correcto y muy rico. Sobresaliente.
Fuimos hace una semana. La atención del personal fue de 10. En todo momento fueron muy amables. Tienen opción de menú con platos abundantes y otra opción de platos preparados a baja temperatura. Nosotros optamos por pedir estos últimos (cochinillo y cordero) y mientras esperábamos, comimos unas croquetas y calamares. Todo muy bueno. Superó nuestras expectativas ya que al entrar al local es un pequeño bar. El restaurante en la planta superior es muy pequeño, por lo que recomendamos hacer reserva.
Paramos para comer un jueves de agosto (y tengo bastante experiencia comiendo casi siempre fuera de casa por trabajo) y he de decir que este bar nos encantó, fuimos 5 personas y pedimos menú. La comida, casi toda, casera (quitando las patatas fritas, el pescado rebosado y poco más), muy sabroso y riquísimo todo, el precio está muy bien para todo lo que comimos.
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