Se podrían decir muchas cosas pero Marcano es un artista de la pista y sus platos un placer para los paladares más exigentes.
Si le pides que te dé de comer hay que controlar su emoción, es capaz de darte 20 platos distintos bastante abundantes, es la primera vez en mi vida que no pude con el postre...
Frecuento la zona porque tengo la oficina en la misma calle, pero no conocía el lugar. Me tocó una promoción de Mahou e hice una reserva para asistir con mi familia. Los platos que hemos degustado merecen un diez, destacando en Tataki y el Canalón de pato, impresionantes sabores y calidad de la materia prima. La experiencia gastronómica ha sido excelente, si bien no le doy la máxima puntuación, porque para mi gusto no hemos congeniado con el dueño y el personal. La milhoja de mandarina no existe, por cierto, aunque en la reseña puedes decir que te gusta.
Buena eleccion si quieres una cocina elaborada con buena presentacion en los platos y buenos sabores, mencion especial a las setas de temporada y el tartar de atun con huevo de codorniz, la torrija con helado de pistacho deliciosa tambien, los camareros atentos, el chef se acerco a nuestra mesa para saber de nuestra opinion sobre la comida, un detalle por su parte que se valora.
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