Este restaurante es absolutamente maravilloso en todos los sentidos. Desde su exquisita decoración hasta el ambiente acogedor, la comida deliciosa y, sobre todo, el excelente trato recibido. Todos los camareros son extremadamente amables, pero quiero destacar especialmente a Leínys, quien se mostró constantemente educado y profesional. En todo momento nos explicó cada plato con gran detalle y, además, nos sorprendió gratamente al cambiar los platos y cubiertos entre plato y plato, un aspecto cada vez menos común en otros lugares.
Sin lugar a dudas, volveremos a este restaurante, tanto es así que ya hemos hecho una reserva para agosto. Lo recomendamos encarecidamente, pues es una experiencia que no se debe perder.
Excelente restaurante del grupo de La Raquetista, con comedor, mesas altas y barras, en un ambiente íntimo e informal muy acogedor. Carta corta y con producto de primera calidad. Tomamos en la barra los torreznos (imprescindibles), la ensaladilla, los dumplings, y las mejores gildas que he comido nunca, todo delicioso. Y mención aparte el personal, absolutamente profesional y amable. El precio es algo elevado pero como toda la zona. Merece la pena. Súper recomendable.
Sitio super agradable, muy cerca del retiro.
Los camarer@s fueron bastante atent@s y amables, comida puntual y sin problemas.
El restaurante es bonito, limpio, y con gusto.
Calidad precio genial.
Nos pusieron un gazpacho de remolacha de aperitivo muy rico (nos lo comimos sin foto 🤦😀).
La ostra es fantasía, y sabe a ostra y además al blody mary.
La gilda, muy rica, grande y a quien le guste y se le antojen los vinagres, sin duda pedirla.
Croquetas de centollo, simplemente fetén, puedes pedir las unidades qué quieras.
El tiradito de pargo estaba muy rico, aunque, alomejor menos soja, para que supieran más al pescado en sí habría sido perfecto, (para gustos colores).
Las patatas bravas, salsa casera, patata perfecta, sí te gustan las bravas, pidelas!
El taco de gallinejas fue brutal, una buena fusión México/Madrid.
Los dumplings fueron de 10, masa perfecta, relleno con mucho sabor, salsa muy rica!
El colulant de calabazs y choco blanco, estaba de 10, aunque está prehecho ( deberían de hacerlo al momento) es mágico, la verdad qué la dupla de estos dos elementos es canela en rama, muy bueno! Eh! El helado de tomillo es simplemente brutal como acompañamiento del postre.
Sí estáis por ahí, deberíais de ir!
La única cosa mala, te cobran el aperitivo y el pan, debería de ser detalle del restaurante al menos el aperitivo.
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