Un pequeño paraíso fuera del barullo céntrico de Madrid. Damos 5 estrellas porque no podemos dar más.
La comida estaba deliciosa, pedimos unos entrantes los cuales nos recomendaron y todos a un gran nivel de calidad y elaboración.
Además tuvieron el detalle de dejarnos probar la tarta de chocolate la cual recomendamos sin lugar a dudas!
Mención especial a la decoración excelente del local y a las personas que nos atendieron.
Cocina original y riquísima. Los canelones de rabo de toro probablemente sean los mejores de Madrid. Las tartas son todas caseras y es difícil quedarte con una, en la foto: la de limón y la de chocolate (derretido por dentro😍). La tarta de queso también es impresionante, te hace llorar de lo buena que está! Mención especial al helado de la casa, que es de Galleta Lotus con trocitos crujientes. Trato excelente, muy buen ambiente. 10 de 10.
En resumen, espectacular. Pasa a ser uno de mis sitios favoritos para comer o cenar en Madrid. A parte de que cualquier plato de la carta tiene una calidad de 10, sitio acogedor con bonito decorado, también está Luis, el encargado, que nos aconsejó en todo momento y nos trató de maravilla. Volveremos!!
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