Fuimos por casualidad y nos llevamos una sorpresa, ya conocíamos el restaurante y teníamos buenas referencias pero aún así nos sorprendió.
A pesar de está completamente lleno nos atendieron a la perfección, sin tener que esperar mucho.
La comida muy buena, tanto carne como pescado, en especial recomiendo el chuletón (para compartir) y la lubina.
Lo único malo sería el ambiente, hay demasiado barullo dentro, pero no es suficiente para quitar ninguna estrella.
Pues la verdad es que me llevé una muy grata sorpresa.
Muy buenas raciones (en cuanto a cantidad) todo muy rico y bien de precio.
La parrillada de verduras muy recomendable. Trigueros berenjena, tomatitos cherry, setas y champiñones, pimientos de padrón....muy muy rico y abundante.
El pulpo, pata gorda, entera y una cama de patatas estilo revolconas....
Pincho moruno. Parecía cerdo. Muy jugoso y con un cierto toque a curry, pero muy suave.
Todo esto junto con 3 tintos de verano, 54€.
El único punto a mejorar....tardan mucho en sentarte y en tomarte nota. En sacarte la comida no tardan tanto pero hasta que te toman nota....
Productos de buenísima calidad, bien elaborados, con una atención al cliente exquisita por parte de sus profesionales en general y en particular nos atendió seguramente una de las mejores profesionales del gremio con un trato cercano y de calidad. Su nombre es Sandra y si tenéis la suerte de ser atendidos por ella comprenderéis de lo que hablo.
Todo ello en un ambiente inmejorable. Para repetir sin duda.
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