¡Cómo ha cambiado! Se nota la mano de Alesi en la cocina, totalmente reformado. Es entrar y parece que estás en Napoles, pequeño, coqueto, agradable. Una pasada con Mahou de barril, se hace parada imprescindible.
La Pizza estaba riquísima, no puedo por más que volver y repetir.
No pases de largo y vive Napoles allí.
Sorprendente haber pasado tantas veces por la Calle Palos de la Frontera y no conocer este sitio. Sin exagerar, de las mejores pizzas que he probado en Madrid (en la foto, una Barbacoa y una Carbonara). Y el trato súper bueno desde que entramos. Repetiremos sin duda.
Local muy chiquitito y discreto.
Lo más destacable es el servicio, rápido y muy amable.
La comida es casera y está muy rica, pedimos una pizza y la aliñamos con su aceite picante que está muy bien equilibrado.
Muy buena opción si estás por está zona!
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