Viajé a Madrid a visitar la feria del libro y me alojé en un apartamento muy cerquita de este sitio. Nada más bajar la calle me lo encontré y decidí darle una oportunidad.
Y vamos, de verdad que no me arrepiento de nada, el dueño era majísimo y las migas estaban buenas. Ahora, las albóndigas fueron un espectáculo, me faltó pan para seguir mojando y todo, madre mía!
Es un peligro este local de lo delicioso que está todo y sabiendo que lo hacen con cariño. Repito seguro, además hay que probar aún si arroz.
Hoy he probado el pollo, conejo al ajillo, migas y empanadillas. Todo estaba exquisito y en su punto. PIENSO SEGUIR PROBANDO TODO. Lo próximo la paella que mi amiga la que me recomendó este sitio dice que son su plato estrella. Lo que más me ha gustado es que la comida es sana y bien elaborada.
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