Excelente. Tomé un menú 30€ buenísimo. Todo estaba riquísimo: la ensalada verde S3CR3TO, el pescado del día (merluza) y el mango de postre. Comida con un toque moderno, pero sin perder la cabeza. La encargada muy simpática. El camarero amable, atento y profesional. La decoración y vajilla bonitas. Eso sí, el aire estaba un poco bajo, en especial teniendo en cuenta que era agosto y que el mantel llega hasta el suelo y te sirve de manta. Volví otro día, y me reitero: la comida del menú ejecutivo está muy rica. Ensaladilla rusa, salmorejo, ensalada S3CR3TO, huevos rotos con chistorra y merluza al horno, ricas. La tarta tres leches muy rica. Tienen varios tipos de pan. El servicio es atento y la cocina rápida. Otra cosa es que un plato de salmorejo, unos huevos rotos con chistorra, una rodaja de sandía, una botella de agua y un café cuesten 30€, pero eso es algo que sabes a la hora de sentarte a la mesa. Ahora bien, pedimos una botella de cava María Casanovas Glaç Rosé y lo estropeamos. El vino malo, malo. Además, nos cobraron un 10% más del precio de carta por tomarlo en terraza, cosa razonable. Y razonable hubiera sido también que lo reflejasen en la carta de vinos, donde no aparece dicho incremento. Sí aparece en la de comida y postres, pero no las vimos por tomar el menú ejecutivo. Total, 44€ por un vino infumable es como para amargar la comida al más pintado. Local accesible (baño no adaptado) con ascensor para salvar los escalones de la entrada (seis o siete).

Un lugar mágico en Madrid, producto de Calidad, propuesta gastronómica maravillosa y un trato en Sala único, es Recomendable al 100%, para mi es un referente en la Capital