Muy buen restaurante, aunque el pueblo no tiene nada de vida ni monumentos que visitar.
María, la dueña, de nacionalidad argentina, súper agradable. También el resto de staff, pues aunque algunos sólo hablaban catalán, no lo hacían adrede, sino de manera espontánea por ser su idioma principal (yo lo hablo pero la otra comensal no y fue algo incómodo).
Recomiendo las verduras con salsa romesco y los canelones caseros, muy suaves y tradicionales de la zona.
También el pan con tomate para acompañar, pues es un imprescindible. Añadir que nos pusieron unos picos con fuet como cortesía mientras esperábamos la comida, aunque cobraron las aceitunas del aperitivo que no eran gran cosa (aunque como las pedimos no hay ningún problema pero no merece la pena).
Tenía buena carta de vinos y el lugar se presta a disfrutar un poco más y alargar la velada, pero lamentablemente, llevábamos coche y nos tuvimos que conformar con la copita de rosado que tomé yo (como copiloto). Si el pueblo hubiese tenido zona monumental que visitar, hubiera sido una gran opción para pernoctar y probar algún vinito de la zona, porque la terraza también debe ser agradable. Pero, como dice la DGT... ¡si bebes, no conduzcas!
Cocina catalana con muy buena elaboración y productos de primera calidad una carta extensa y un lugar muy cuidado solemos ir siempre que vamos a jugar al golf terra verda y a pasar unos días emporda el último día no me gustó un detalle del camarero con una mesa de dos que según el estaba reservada y no se presento nadie pero el sitio vale la pena muy buena cocina
Cocina casera, todos los platos estaban muy buenos y con cantidad buena ! La atención del personal ha sido muy amable y el servicio muy rápido. El precio es razonable.
Además nos han dejado estar con nuestro perro en la terraza. Sin duda volveremos!
An error has occurred! Please try again in a few minutes