Un buen restaurante de cocina local, en el precioso pueblo medieval de Pals. Nosotros tomamos unas alcachofas con jamón y huevo que estaban deliciosas, unos calamares a la andaluza muy bien fritos y un arroz bomba de Pals, de Mar y Montaña, meloso, en cazuela metálica, genuino y muy rico. El servicio, correcto y el local muy agradable, ubicado en una casa antigua, al lado de la Iglesia, aunque a nosotros nos pusieron en un comedorcito sin ningún encanto. La terraza es amplia y agradable.
El pasado sábado tuve la oportunidad de comer en este restaurante, y la sensación fue increíble.
El local, bonito y acogedor. Nos tocó en una sala pequeña, tal vez demasiado sencilla, pero muy tranquila.
El servicio, muy correcto, agradable y profesional.
Los platos... para abrir boca, nos pedimos unas coquinas, croquetas de cocido y la berenjena con sobrasada. Todo muy rico, pero destaco las croquetas, absolutamente deliciosas.
De segundo: éramos tres personas y pedimos el arroz caldoso con bogavante. Espectacular, de los mejores arroces que he probado en mi vida, si no el mejor. Increíble. Y la cantidad, perfecta (pedimos para tres) si eres "de buen comer".
En definitiva, un lugar totalmente recomendable, además de que la relación calidad/precio también nos dejó sin palabras, es estupenda.
Un gran descubrimiento, no puedes perdértelo!!
Servicio excelente. El menu puede parecer caro (42 euros p/p) pero viene con entrada, plato fuerte, postre, botella de vino, un agua mineral grande y café.
Comida buena en general, entrecot de calidad y muy bien cocida.
Nos dieron la botella de vino para llevar ya que no la pudimos terminar.
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