Un sitio de 5 estrellas 🤩. Calidad-precio totalmente razonable. El menú degustación es de 45€/pax y te quedas muy bien. La bebida es aparte y tienen vinos espléndidos de la zona. Fuimos por casualidad y la verdad es que nos maravilló. Ofrecen una experiencia gastronómica espectacular, con unas vistas increíbles y mucha privacidad. El menú degustación está riquísimo, todo con productos locales. El mojo de plátano es un auténtico manjar (y soy canaria!). Y todas las tapas del menú no defraudan. Lo terminan con un postre sorprendente y muy fresco, a base de manzana y queso de cabra. Además, las mesas son cuevas privadas con vistas al mar. Lo que te permite disfrutar del momento en total privacidad. Y el personal es muy atento, amable y cordial. Además, me gustó mucho cómo respetan tus tiempos y no te agobian durante la comida. Es decir, no solo ofrecen una comida genial (¡Gracias al chef y a todos los de la cocina!), sino que también te regalan paz y tranquilidad. Sin lugar a dudas, volveremos. Eso sí, aseguraos de reservar. El proceso por la web puede ser lioso porque el formulario para meter tus datos se ven todos en la misma línea, pero luego te llaman para asegurarse y confirmar la reserva.

Cada plato es sabrosísimo, con unos matices que nuca había probado. La vajilla hecha allí en el taller de cerámica (cada pieza es única) y la presentación es de otro planeta. El enclave, las vistas, el trato… ES EL MEJOR SITIO PARA IR DE VACACIONES SIN DUDA Y DARLE AL PALADAR UN GUSTAZO