Un local “escondido” pero de paso si haces el descenso de la ruta del Oso.
Servicio impecable y comida muy muy muy rica y casera. Se nota que quien cocina es local y sabe lo que hace.
El ambiente precioso con música de fondo y muy tranquilo.
Probamos el cabrito y la torta con boletus…
De postre leche frita y tarta de manzana con chocolate caliente…
INCREIBLE.
El sitio es súper agradable, sentarte en la terraza con la musiquita que ponen y el ambiente de naturaleza te da muchísima buena vibra, el trato es súper atento, rápido, amable y cercano, por poner alguna pega, lo mas “flojito” son los postres (que están buenos pero no de escándalo)
en rasgos generales la comida casera está súper bien de precio, tamaño y sabor! 100% recomendado
Muy buena comida casera, raciones muy generosas, relación calidad precio muy buena. Adjunto foto del cachopo desnudo con cecina que da para dos o hasta tres personas comiendo alguna entrada. Cuando vuelva por aquí repetiré, porque además el servicio es muy bueno, pendientes y amables.
An error has occurred! Please try again in a few minutes