Es un local pequeñito pero acogedor. El trato de los trabajadores es muy bueno y se preocupan de que estés disfrutando de la comida. Pedimos unos platos variados, de los cuales para mi el que más me impresionó fueron las gyozas de langostinos, estaban espectaculares. Pedimos también un mochi de fresa y otro de té verde, que ambos estaban buenísimos, y el que más nos gustó es el de fresa que estaba muy suave y dulce.
Repetiremos en nuestro próximo viaje a Salou.
No sé cómo será en verano, pero hoy, 8 de octubre, hemos ido y nos hemos sentado en la terraza sin problema a pesar de que tienen poquitas mesas. La comida de calidad, sabor y cantidad: un espectáculo. Nos han atendido súper bien y rápido. Al estar en una calle peatonal, no tienes coches pasando a medio metro. Volveremos si tenemos la ocasión.
Buenísima experiencia.Calidad precio insuperable. Lo recomiendo sin duda. Un placer.
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