Después de visitar unas magnificas bodegas, se nos hizo un poco tarde y paramos en este sitio.
Típico bar-restaurante de carretera, con no mucho sitio para aparcar, pero en el que nos sorprendió la comida, unas pescados super frescos y que te preparan sobre la marcha, estaban buenísimos ya buen precio.
Para apuntar en la agenda.
Estaba lleno de gente de la zona, y el precio fue muy competente para zona de turismo tan brutal, si bien es verdad, está a desmano, junto a la carretera TF_42, las cantidades eran más que razonables, pero la elaboración no merece una exclamación, fueron francamente agradables y muy rápidos. Lo que probamos en la carta tampoco es para poder hablar de la calidad, pero presiento por el desfile de platos que vi, que tampoco se pueden echar cohetes...
La comida está buenisima,es un lugar con personalidad.Los dueños son como conocidos de toda la vida, la verdad es que es muy agradable comer alli.El pescado fresco, la comida está riquisima.El personal encantador.
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