Gran descubrimiento. Carta moderna y con platos muy interesantes. La ensalada de tomate y sardina y sobretodo el tiradito de dorada, excepcionales. Por poner un pero, el ritmo entre platos era algo lento, y tardamos 2 horas en comer, pese a ser los primeros en sentarnos. Pero en cualquier caso, sin duda merece la pena visitarlo y repetiremos
Muy buena comida en San Lorenzo del Escorial. Estaba un poco alejado de la zona de la plaza principal, pero se agradece salir del bullicio un poco.
El local es pequeño, pero tiene una terraza muy agradable y bien acondicionada.
Servicio muy atento.
En cuanto a la comida nos encanto el gazpacho y el escabeche de shitakes con cecina, de 10. El conejo sin embargo se nos hizo muy pesado.
Tenemos que volver y pedir el entrecot, tenía una pinta brutal!
Recomiendo reservar porque se puede llenar muy rápidamente al no contar con muchas mesas.
La terraza está bien porque está muy buen situado, cerca del Monasterio. La carta es pequeña pero con platos ricos.Sitio tranquilo y buen ambiente.
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