Un sitio agradable, acogedor con ambiente formal. El menú rico y buen tamaño. Buen trato del producto y de calidad. También prepara pescados o arroces por encargo.
Comida de 10. Trato de 10. Precio de 10.
Totalmente recomendable. Menu de fin de semana por 30 euros con dos aperitivos, primero, segundo, postre, pan, bebida, postre y cafe! Y estaba todo riquisimo. El camarero majísimo. Y el cocinero salió a despedirnos y también majísimo. Nos contó que llrvan 2 meses con el local con este nuevo concepto.
![5]( "Recensione")
Un lugar familiar y hogareño, en cuyo interior se sirve a la vieja usanza, es decir comida casera, (de baserri) preparado por profesionales de la hostelería con experiencia más que reconocida. Deben agradecer que el escrutinio de los productos que los proveedores traen al recinto son verificados y analizados con minuciosamente y con rigor. No es de extrañar que haya visto yo mismo enviar de regreso el producto que no cumplía el riguroso estándar de calidad. (En este caso fueron unos atunes y verduras variadas), [el repartidor pese a ponerse como una fiera no logró colarla]. Los productos tanto mostrados en la barra como servidos son la personificación de la excelencia. Dicho de otra manera, la frescura y gusto son solo equiparable a la alta cocina. Si alguien dice lo contrario o bien miente o bien desconoce al completo la cocina tradicional. Que dicho sea de paso, lugares como éste escasean por desgracia. Con razón de peso se les llena el salón, vamos, que unas 200 mesas diarias no dicen la misma mentira. Yo por otro lado, solo me queda felicitar al equipo.
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