Hemos ido a cenar hemos pedido bravas, croquetas, una hamburgesa y una pizza.
Nos ha impresionado más de lo que nos esperábamos.
Lo recomiendo tanto por servicio que por comida
Un sitio muy tranquilo
Una pequeña joya que reune todos esos detalles que hoy en día parece que cuesta tanto reunir a los locales de hostelería en general: el buen trato al producto partiendo de una buena calidad, la educación, simpatía y eficiencia del personal, además del "handmade" llevado al pie de la letra. Esto último engloba tanto un sencillo detalle como que las patatas fritas de guarnición o las croquetas sean caseras (hartos de ver cómo un puñado de papas congeladas estropean un plato a priori bueno) como la gran variedad de postres hechos por ellos (ejecutados con gran destreza, como el tiramisu), los cuales dividen en dos listas para dejar claro al cliente qué esperar de cada uno. Las pizzas al horno de leña, finísimas y deliciosas, el entrecot sublime pese a la sencillez de la presentacion, aunque cuando lo pruebas te das cuenta de que no necesita nada más. Todo esto a un precio más que razonable y en un ambiente acogedor y bien resuelto. Para volver una y otra vez.
Es un restaurante fantástico, muy frecuentado, es esencial reservar mesa.
Aún así, quiero remarcar el excelente trato que recibimos: estabamos de fin de semana y no sabíamos que hacía falta reservar, llegamos con todo completo y nos dijeron que no podrá ser...
Pues el hombre que nos atendió, salió a la calle detrás nuestro para decirnos que si nos esperamos un momento quizás tenemos suerte.
Atención de 10, a ese restaurante no le faltan clientes y es que ese detallazo, fué increíble.
Mil gracias.
La comida; con una carta muy variada, de lujo, todo bien hecho, suficientemente rápido aún estando lleno y a buen precio.
Muy recomendable, una parada obligatoria.
An error has occurred! Please try again in a few minutes