Un sitio espectacular. Distinto a todo lo que hay en la isla, sin lugar a duda.
Hay un huerto, distintas zonas para tomar algo o comer, todo rodeado de arboles y naturaleza.
El personal maravilloso, en especial Lidia, una mujer encantadora que atendió a nuestra hija como si fuese alguien de su familia.
Lo recomiendo al 100x100.
El restaurante tiene un patio muy agradable con distintas zonas según si quieres comer o tomar algo. Pedimos una ensalada de salmón que estaba muy rica, y unos tomates confitados con queso que no me gustaron tanto porque tenía un sabor dulce. Me pareció algo caro.
Maravilloso. La comida es buenísima, y gran parte proviene de su propio huerto. Pero sin duda lo mejor es el ambiente, rodeados de huertos, flores y campo, tranquilo, precioso. El perso al es muy agradable. De postres, la tarta de chocolate, algarroba, dulce de leche... una locura.
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