Finalizado mi Camino, había que ir a comer y darse un homenaje.
El sitio no me defraudó.
Tomamos el menú Indie. Todos los platos estaban buenísimos, pero sobre todo el postre que me tomé cremoso de coco y fruta de la pasión (me tomé dos).
El precio me pareció muy razonable, teniendo en cuenta la calidad del producto y la elaboración.
La atención del personal fue estupenda.
Lugar estupendo en la zona vieja de Santiago de Compostela.
Nosotros pedimos el menú de 37€ y estaba todo increíble.
Los postres destacar el de coco y fruta de la pasión con pipas de calabaza.
Todo increíble repetiremos sin duda.
Imprescindible en Santiago y para volver: Calidad/Precio inmejorable, buen producto, cocineros amables y una cocina con estilo personal.
Fui con un amigo y pedimos el menú punk: 37€
APERITIVOS
Sopa de merluza con kimchi:
- Toque aviso del kimchi. Sabor a marisco y algo umami.
Empanada de merluza, puerro y setas:
- Finita, especiada y tradicional.
Capacho de joselito curado en azúcar y sal, con carbonara gallega y emulsión de hierbas:
- Salsas muy untuosas, sabor concentrado y perfecta cantidad para mojar con el pan . Sabor a brasa muy sutil.
Bikini de costilla a baja temperatura con un pan italiano esponjoso. Mayonesa agri picante, alcaparrones y brotes de cilantro
- El mejor sandwich que me he comido jamás.
Ensaladilla: patatas, zanahoria y huevo mezclado con mayonesa y pimienta, espuma de pipa era, huevo rallado con merluza frita y lechuga de mar.
- La espuma de piparras deliciosa, la textura cremosa, muy ligera y con sabor tradicional, pero a su estilo. La merluza empanada demencial. La recomiendo muchísimo.
Merluza meniere con guiso de espinacas y espinacas japonesas con la meniere de mantequilla templada:
- La merluza mejor cocinada que he visto jamás. El plato es básico, son 3 cosas, pero la cocción del pescado fue perfecta en todos los sentidos.
Costilla cocinada a baja temperatura y terminada en el horno: Papas confitadas en tomillo y mantequilla terminadlas a la brasa. Mole verde de jalapeños. Brotes cítricos.
- Buen plato de carne con mucho sabor y una salsa algo umami. Las papas no estaban buenas la verdad, aunque no me arruinó la comida ni mucho menos.
Soufflé: Para 2 personas
Tiene una buena presentación, pero la porción es demasiado grande y lamentablemente nuestro soufflé sabia completamente a huevo crudo. No tenía ningún otro sabor que no fuera el huevo y eso nos dejó con algo de mal ánimo ya que era el final de una comida que estaba siendo casi perfecta.
AMBIENTE:
Muy agradable y relajante. La cocina estuvo muy tranquila, limpia y ordenada. Los cocineros tenían una coordinación perfecta entre sí, no daban chillidos ni bullicios, mucha profesionalidad y pulcritud hay en este restaurante.
Comimos en una barra de estilo japonés muy cómoda que permite ver a los cocineros en acción y facilita la llegada de tus platos a la mesa.
A pesar de un par de pegas que he mencionado, volvería sin duda y pagaría por probar el resto de menús ya que me dejó bastante sorprendido el nivel de cocina que hay en Santiago.
Hasta la próxima y muchas gracias!
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