Hemos estado dos personas y con lo que veis en las imágenes nos hemos quedado más que satisfechos.
Es un local pequeño, decorado con mucho gusto y estilo. Ambiente tranquilo y relajado sin bullicio; lo cual se agradece bastante.
El servicio y el trato son realmente buenos.
El camarero que nos atendió nos explicó con detenimiento cada plato fuera de carta con sus ingredientes, también algunos de la carta que no eran muy comunes, y los postres.
Estuvo atento después de cada plato para saber que nos había parecido.
La comida es de buena calidad, con muchos matices en cuanto al sabor. La cantidad es acorde al precio.
Pan calentito, que es algo que se echa mucho en falta normalmente.
En resumen, muy recomendable. Se preocupan por los detalles y se nota que les gusta su trabajo. Volveremos con más gente!
Gran descubrimiento. El local ès pequeño pero muy acogedor. La decoración sencilla con toques actuales. El nombre del Bar con el logo en la pared central, todo un acierto. El servicio muy bueno, la atención en su medida, explicación de los platos y sugerencias. Nada de agobio, en el transcurso de la comida por parte del camarero y ès de agradecer. Desde que me senté en la mesa, me dió la sensación de estár cómoda,como en casa de amigos. Pasamos a la carta, tapas de siempre con sabores nuevos, muy elaboradas y exquisitas. Fuera de carta,podemos seguir descubriendo los nuevos sabores, que no dejan indiferente. No podéis iros sin probar la ensaladilla con gambas al ajillo ( plato ganador ), las alitas de pollo estilo thai, especial mención a las tortillitas de camarones y de postre "la reina de la casa", Delicia del Cura. Torrija con bola de helado de vainilla y almendras. Larga vida a la reina!! Una vez que la probeis, no hay marcha atrás. Deseariais empezar la comida por el postre. Poco más que decir, vayan y disfruten la experiencia.
Una sorpresa. Estabamos en una zona de sevilla que no conocíamos y no sabíamos dónde ir a cenar. Buscando en internet vimos que este restaurante tenía buenas críticas y decidimos probar. Y no nos arrepentimos. En un restaurante agradable, con una decoración con gusto pero sin pretensiones y tomamos varias raciones que estaban exquisitas. Los mejillones en escabeche en témpera una delicia, croquetas de pizza muy ricas, pulpo en su punto y berza gitana muy suave y muy bien cocinada. Y que decir del coulant de chocolate casero, riquisimo. Si tenéis la oportunidad merece la pena , pasaréis un rato muy agradable gustando platos muy ricos y atendidos maravillossmente
An error has occurred! Please try again in a few minutes