Sitio autóctono antiguo, el año que viene cumple 100 años; con cocina pequeña, para calentar y poco más. Pedimos salchichón cortado (muy rico), queso viejo (bien), panes de la casa y mojama con almendras fritas, y demás.... Tiene terraza exterior no soleada. Se está bien para echar el rato. Servicio mixto que parece un scape room. Pero tiene su encanto
Entrañable bar antiguo , de 1926 . Tanto tienda de ultramarinos como bar . Puedes tapear en la barra del bar , en las mesas altas de la calle o en la tienda ( aquí puedes disfrutar de las estanterías con el género que venden , ya más orientado al consumo del comercio que a la venta a la calle ) . Tomamos queso viejo y chorizo picante exquisitos , acompañados de Canasta ( eran las 12,10h ) . Fui con mi hermana , pero a la hora volví con mi mujer , y ya había más público y más jaleo . Sitio para degustar lo que se pida con tranquilidad y sin jaleo , recomendando la parte de tienda , un poco más amplia y tranquila . La zona del bar , más estrecha , con bonita barra antigua de madera, de lad mad estrechas que he conocido . Bonitas estanterías de madera en esta zona . Tendremos que volver para tapear más reposada mente.
Ultramarinos de toda la vida, con servicio de bar, de los que desgraciadamente cada vez quedan menos.
Buen sitio para desayunar y tomar una cerveza o una copa de vino acompañada de una buena chacina, conserva o algún montadito.
El local tiene mucho encanto y un ambiente muy agradable.
Tienen algunas mesas altas fueras.
Hay que visitarlo
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