Están en una primera planta accesible con ascensor, dispone de una amplia terraza con velas y un gran salón. La entrada al salón con excesiva pendientes de subida y bajada para silla de ruedas. Desayunos autoservicio en barra. Los almuerzos tienen menú del día por 9€. Con servicio en mesa. Comimos raciones y platos combinados, berenjenas a la miel, rulo de cabra caramelizado con frutos secos, todo muy bueno y bien presentado. El rulo de cabra 😋. Pedimos un tercer combinado de revuelto de champiñones, jamón y gambas que no pudimos probar porque no había champiñones y se les había olvidado decírnoslo. El detalle está en que reclamamos la comanda a dos camareros diferentes que, tomaban nota para decir en cocina cuando al parecer no se estaba haciendo el plato. Bonita decoración y se nota el cuidado en los detalles. La cantidad y calidad buena, el servicio ya les cuento.
Nos encantó, viajamos por vacaciones en familia, trato amable y correcto. Fuimos varios días a cenar, pues estuvimos de vacaciones en Semana Santa. La comida nos gustó mucho, tapas muy ricas y bocadillos enormes. También pedimos platos que nos gustaron mucho.
Hemos desayunado y almorzado. La carta muy variada y exquisita. La opción menú del día me encantó. El sitio es muy tranquilo sin ruidos. Volveremos.
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