Lugar muy recomendado.
Gran variedad de crepes de todo tipo, tanto dulces como salados.
El parque que está al lado hace que puedas ir con niños mientras los adultos disfrutan de la comida.
Hemos tenido la suerte de encontrar esta crepería. La verdad es que todo estaba muy rico, desde la ensalada hasta los creps.
No sólo la comida ha sido buena, si no que lo que la supera es el personal, da gusto ir a sitios así.
El local encantador, limpio y dentro con aire acondicionado, y esto lo digo porque hay que reservar (nos hemos presentado).
Y no sé qué más decir, que lo recomiendo.
Fuimos a cenar con unas amigas después de un tiempo sin ir al Tol. Nos dijeron que habían cambiado de dueños y quisimos comprobar si aún seguía igual de bueno que siempre.. la verdad, fué una gozada volver a saborear sus platos!
Tienen nueva carta, guardando algunos de los platos que ya habían, con unos postres que mezclan sabores de lo más curioso, pero a la vez, riquísimos!
El espacio de dentro es pequeño, pero en verano, la terracita que hay se agradece.
Los camareros son muy simpáticos y amables.
Ya tenemos ganas de volver a disfrutar de sus creps! 🤤
PD. Solo hicimos foto del vino y de la ensaladita que pedimos para compartir (con tostaditas de brie), para las creps y el postre, nos pudo la gula jeje
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