Controvertido lugar, los platillos son apetitosos por lo que terminas probando o comiendo varias decenas de ellos, hay entrantes, principales y postres
Hay que tener en cuenta mantener una cinta de más de 20 metros de longitud lleno de platillos y que estén todos al gusto de todos es difícil, más entre semana; cuando los clientes pueden ser escasos una docena
Teniendo estas consideraciones, yo repetiré por la amabilidad más allá de la barrera idiomática
Y si algo está frío se pide calentarlo ya que no ponen impedimentos a las solicitudes de los clientes
Hay muchos puntos a destacar de este restaurante y CREO QUE TODO EL MUNDO LE DEBERÍA DAR LA OPORTUNIDAD DE CRECER.
Hace unos años, este restaurante funcionaba muy bien y la comida era muy rica. La pandemia hizo MUCHO daño a este restaurante (que se nota que es un negocio familiar), y eso se ha visto repercutido en la imagen del restaurante. He leído quejas de higiene, sin embargo yo me lo encontré muy limpio. Las camareras eran muy atentas y hasta los cocineros estaban atentos a que no faltara nada, pendientes de la comida todo el rato. La comida es muy mejorable, si es cierto, pero el sushi es casero y está bastante bueno. El formato del restaurante es muy original y le hace falta una reforma al local que le de un toque más japonés y más moderno. Además tienen peces y tortugas que puedes ir a ver. A mi me gustó muchísimo la experiencia, volveré algun dia y les espero lo mejor!
Me encanta este restaurante. Buffet libre de raciones orientales, dónde puedes comer todo lo que quieras. Desde sopa de miso, fideos, arròs 3 delicias, rollutos, algas, sushi, makis, agua de coco, bolitas de plátano, fruta fresca, patatas fritas (de las mejores que he probado), brocheta de pollo (buenísima), conejo, salmón, atún...todo riquísimo.
La única pega es que hay 2 cintas correderas, y no siempre llega todo, pero puedes pedir al cocinero que te lo preparan.
La foto está borrosa para proteger la intimidad de los que salen.
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