Ya lo conocía de otras ciudades, pero pero este me sorprendió más, por lo por lo cuidadoso y educad@s que son su empleados, y muy serviciales, que sobre todo Salva, que estuvo pendiente de mí casi toda la comida. Y El Carpaccio di vitellone , estaba muy bueno y la tortita que lo acompaña se llama pierna, está muy buena, contigo como y su cocinero Carlos es un crack llevando la cocina, y Gnocchi di Patata, con salsa de setas, etc buenísima. Solo tiene una pega, y que ponen demasiada comida para una persona sola, yo soy comedor, y no puede con todo, confía siempre pero muchas felicidades,
Un trato inmejorable por parte de los camareros, nos atendieron Fátima y Yolanda. La comida estupenda, muy buena calidad y de sabor perfecta. Toda una experiencia.
Sin duda, repetiremos.
Típico italiano. Las pizzas y la pasta están ricas. Algo que destacar que las pizzas las elaboran en el momento. Raciones generosas.
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