Me ha encantado su ajo blanco con helado de pimiento y su salmorejo de mango. Muy original y con magnífico sabor. Las carnes me han gustado menos pero estaban bien cocinadas puede ser que me confundiera al escogerla.

Tras ver las valoraciones anteriores de este lugar, sabía que no me iba a defraudar y así fue. Decidí cenar allí mi último día en Trevélez y hice bien reservando el día de antes. Aunque es cierto que me quedé con las ganas de poder estar en la planta superior por las vistas al pueblo, la verdad que de noche quizás no se apreciaría tanto. Con una ubicación muy buena a escasos 50m del ayuntamiento, tiene una terraza exterior perfecta para la época de verano. El servicio y los tiempos fueron de 10 y a pesar de estar bastante lleno, en 1 hora y media aproximadamente pude cenar tranquilamente. En cuanto a la cena, me quedé con las ganas de probar el pollo picantón. Aun así, me sorprendió la gran variedad de platos a elegir sin problema alguno y me decidí por un pollo a la gitana delicioso. La ensalada como entrante ligero estaba muy buena con el toque del queso de cabra. Pero sin duda, la tarta de queso que me recomendaron allí se lleva la palma. Muy rica y casera, se agradece que utilicen frutos rojos y mermelada natural, nada que ver con otras que he probado y realmente buena. Muy bien atendido, con una carta bastante extensa y una calidad de comida excelente. El precio, más que razonable por la calidad y servicio servido.