Si buscas un lugar céntrico y donde comer de maravilla, sin duda este es el lugar. Lo descubrí por casualidad y nos animamos a probarlo. Todo un descubrimiento. La comida está buenísima, el ambiente acogedor y la atención perfecta.
Restaurante ubicado en el maravilloso entorno del centro de la ciudad, con buena atención y muy buena atención dónde disfrutar de una deliciosa comida y una buena carta de vinos.
Riquísimas fideuá y arroces, que no hay que encargar previamente porque son “individuales “. La atención muy buena, íbamos con niños y fueron súper amables. El único pero es que queríamos compartir algunos, e insistieron que eran platos muy pequeños y debían ser individuales, y al final sobró comida. Eso me da mucha rabia cuando pasa, si volviera tengo claro que si no eres muy comilón y pedís entrantes, no pidáis una fideuá para uno.
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