Reservamos para 4 personas para cenar. El local es pequeño, los camareros nos atendieron bien. De comida pedimos: Bravas (buenas), pulpo con verduras rebozadas (muy bueno), choricitos con pimientos del padrón (muy buenos) con una cesta de pan, mini hamburguesas (normales). De bebida pedimos cerveza de tirador.
Tapeito bueno en el centro y con un ambiente chulo! Todo muy bueno, recomiendo el montadito de solomillo y la mini hamburguesa. Las croquetas también muy buenas. Los camareros muy simpáticos y atentos. Volveremos
Buen sitio para cenar, especialmente en terraza y en buena compañía. Excelente trato de Manuel, Miguel, María y Nina. En cuanto a la cocina nos dejamos asesorar y fue todo un acierto, desde el vino, un Ribera del Duero que estaba muy rico, la ensalada de tomate valenciano y bonito como entrante, hasta la carne, de procedencia gallega, servida con pimientos del Padrón y patatas asadas, luego también unas banderillas españolas de lomo, salchicha y huevos, para rematar. Nos ofrecieron una mistela alicantina de cortesía para finalizar, mientras departíamos con el dueño y encargado, un hombre con auténtica vocación hostelera y ganas de ofrecer el mejor servicio. Realmente todo exquisito. Un sitio muy recomendable, una velada magnífica y un trato excelente. Me parece un lugar muy recomendable, especialmente para cenar de forma informal con amigos en la terraza, como fue el caso.
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