Restaurante acogedor y bien decorado. Ubicado en una antigua casona del centro de la población. Con varias estancias separadas. Buen servicio. Grandes profesionales al frente y calidad del producto. Con menú diario de varios primeros y segundos, algunos con suplemento. Precio acorde a la calidad y el servicio prestado.
Comimos un menú cerrado con entrantes y platos principales a elegir. Bebida aparte.
Lugar muy bonito. Bien decorado.
Personal atento.
Comida buena. A destacar el minimagnum de foie, muy conseguido y la vaca a la brasa.
La tarta de queso muy cremosa.
Era fiestas y el local estaba lleno. De normal creo que hay que reservar.
Muy, muy, bueno todo, buenísimo, riquísimo....
Todo los platos que hemos probado , todos riquísimos , se nota el trabajo y la vocación en los platos de esta cocina 👏👏. Los camareros muy atentos .
Felicidades Equipo !!!! volveremos ....
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