Magnifico lugar para tomar algo y degustar sus varias y ya tradicionales elaboraciones, como los picardías, su riquísima ensaladilla, o el montadito de pollo marinado que está exquisito.
Bar en un entorno muy bonito,
Lo más típico de pedir son los huevos de fraile, caprichos de monja y picardías, aunque no se quedan atrás las tostas y bocadillos.
Con la consumición te dan un pinchito, lo cual es de agradecer en estos tiempos.
Camareros simpáticos y amables.
Tienen terraza
Recomendable 💯
Huevos de fraile y caprichos de monja son las especialidades de este local mítico en el centro de Valladolid: que nunca falte la guasa. 😊 El primero, una croqueta con huevo; el segundo, una salchicha hojaldrada. También pedimos un plato de picardías, unas pequeñas bolas de patata con salsa alioli suave. Todo bastante bueno, ideal para picar algo antes de comer o cenar. Recomendable.
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