Restaurante de matrícula de honor en Villafranca del Bierzo. Por tan solo 17€ me puse las botas comiendo aquí. De primero callos con garbanzos, sencillamente puedo decir que son de los mejores que he probado. Después ternera guisada que estaba exquisita. Y para culminar el banquete, arroz con leche casero que me recordó al que hace mi abuela. El servicio también bastante correcto, con unas cuantas camareras muy amables y atentas. Además, la limpieza e higiene son impecables.

Excelente restaurante de comida casera. Evaluación: Comida: 10/10. Si te gusta la comida tradicional y casera, este restaurante es una excelente elección. Menú del día a 15€. Varias opciones, 5 o 6 primeros y otros tantos segundos. Se nota el uso de productos de la zona y la elaboración casera. En todos los platos que probamos se apreciaba un punto escaso de sal, sin embargo revosaban en sabor. Recomiendo probar los callos. Las raciones son más que abundantes. Postres: 10/10. Tienen postres tipo fruta en almíbar y tarta helada, y a mayores una selección de postres caseros. En esta ocasión podías elegir entre natillas, flan, cuajada y arroz con leche. Probamos las natillas y el arroz con leche. Riquísimos. No estaban exageradamente dulces, pero sí muy sabrosos. De nuevo, raciones abundantes. Personal/Servicio: 10/10. Todo el personal que regenta el restaurante tiene muy buena disposición de cara al cliente. Son muy amables, serviciales y educados. Excelente atención. Los platos salieron súper rápido además. Local: 7/10. El local es antiguo ya, quizá la peor parte se la lleva la fachada. Sin embargo no es un problema, ya que puedes comer en un entorno agradable. Tienes espacio de sobra para comer cómodamente y está todo limpio, que es lo importante. Un detalle curioso es que no se ve la cocina, ni los camareros acceden habitualmente a ella, los platos salen por una trampilla situada en medio del comedor.