Buena comida casera extremeña, trato agradable y servicio rápido, son los ingredientes principales de este restaurante que además tiene unos precios fantásticos, según podéis ver en las fotos.
Hay que ir con cuidado, porque está un poco retranqueado de las otras naves y es fácil pasárselo.
Está al lado de Cocinas Valentín.
Fuimos hoy a desayunar, y pedimos dos tostadas de jamón con queso, pues cuando nos la traen no llevaban queso, entonces se lo decimos al camarero, y nos hace mirar por si estuviese, el caso que no está y le decimos que si nos puede echar, pues ha entrado con ellas y sale con las tostadas y dos trocitos de queso ridículos encima dr la tostada, y nos dice ya esta solucionado, nos hemos quedado, osea pagar una tostada de jamón y queso, para que lleve dos trocitos que no abarcaban ni la tostada y encima quedarse tan pancho, nunca había ido a este lugar, pero con la experiencia que he tenido la verdad que no volveremos. Y eso que el sitio es agradable en sí, con una terraza bien y encima podía estar con mi perrita, pero claro no compensa.
Buen ambiente tranquilo ,gente amable cervecita y tapita ,el trailer se puede aparcar en el polígono es amplio y caminar hasta el lugar lo recomiendo si algún compañero descarga por la zona
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