Todo genial. Ofrecen tres menús degustación distintos, nosotros cogimos el barato, que eran 30 helios por persona sin bebida. Al ofrecer un servicio tan fácil de predecir para ellos, fue todo rapidísimo. El servicio muy amable, explicando en detalle en qué consistía cada plato y cómo abordarlo. Una gozada. El precio razonable. No sales llenísimo, cosa que agradecí; se sale satisfecho, pero no a reventar.
Si uno tiene en cuenta que una hamburguesa Gourmet anda por los 18 euros en casi cualquier restaurante poder vernir a tomar un menú degustación de 10 pases por 58 Euros es un absoluto privilegio. Dicho esto del menú tradición degustado lo que más me han gustado han sido los lácteos: la mantequilla del inicio y los quesos del final. El resto algunos platos acertados (la anchoa, el bacalao con garbanzos y la yema de huevo a baja temperatura). Correcto el aguachile de cabracho y el trampantojo de tomates dulces que es en realidad una tarta de queso. Muy por debajo el mejillón y la trucha. También el ciervo que, además, llegó casi frío. Muy triste carta de vinos llena de referencias mediocres. Me apañé con la escasa y poco atractiva oferta de vinos por copas. Las sillas muy incómodas.
Un restaurante muy agradable con una gran atención.
Decidimos probar el menú degustación de mercado y temporada y fue un acierto. Con una buena relación calidad-precio, la presentación y cantidades es más que correcta.
La mantequilla ahumada de aperitivo es una delicia!
Se aparca perfectamente al estar en un polígono industrial. Este emplazamiento no es casual, sino que es por su compromiso con el medio ambiente, para poder hacer sostenible su local.
También me resultó curioso el empleo de la espirulina en su cocina.
Más información en @mariquitamochilera.
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