Ha sido muy buena experiencia, la comida de 10. Muy buen servicio. El sitio es un lugar íntimo, pocas mesas de máximo 4 personas.
Los postres, excepto el de idiazabal, no me mataron. Comparados con los salados, no estaban mal, pero me parece que no estuvieron al nivel.
Puesta en escena muy cuidada ,con un ambiente tranquilo y un excelente servicio
Comimos un menú pecado que destaca por sus sabores intensos y muy originales , la única pena es que el último pase de los saldos fueron unos callos de bacalao que a mis hijas ya mi no nos gustaron y nos quedamos con esa mala sensación.
Los postres nos sorprendieron y nos encantaron
Experiencia interesante. Sabores intensos. 2 menús cerrados de degustación. Emplatados novedosos. Recomendable!!!
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