Sitio muy acogedor en el centro de Zarautz y muy cerca de la playa. Platos muy bien presentados y a un precio asequible (comimos dos personas incluyendo bebida y café por 47 euros). Pedimos tres raciones y estaba todo muy bueno. A destacar los chipirones al estilo Pelaio y el sabor de las alitas de pollo.
Platos con buena presentación, alimentos muy frescos y postres caseros. Menú muy acertado aunque el precio igual un poco caro para lo que es. Recomendamos el arroz con almejas, los gambones y la merluza. Los camareros fueron muy atentos en todo momento.
Quería poner una reseña en este establecimiento, por lo amables que fueron. Fuimos al mediodía (tarde 15.20) llevábamos unas horas de coche, preguntamos en otro con buenas reseñas y no nos dieron opción ni a comer una tapa, pitxo (estando abiertos todo el dia). Aquí llegamos y nos recibieron con una sonrisa, estaban comiendo la cocinera y camarero y no dudaron hasta en entendernos la plancha, un gesto muy de agradecer. No tengo fotos más que de las papás, porque teníamos mucha hambre y estaba muy rico. Repetimos tortilla de patatas, unos pintxos con ensaladilla de caballa y pinchos de pulpo. Gracias por la atención. Volveríamos sin duda.
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