Un bar/restaurante pequeño y acogedor. El negocio es familiar: Miguel el padre en la cocina y Diana la madre y Carlos el hijo en la barra.
A los padres le ponemos un 10 en atención y simpatía, a Carlos solo un aprobado en atención y trato al cliente y suspenso en simpatía... seguro que lo cogimos al pobre en un mal día.
Nos tomamos varias rondas de cervezas con sus respectivas tapas... todas muy buenas... las tapas las puedes elegir.'. También nos pedimos varios chuletones... muy, muy ricos. A diferencia de otros locales, en éste aunque hayas pedido de la carta, con cada cerveza te siguen ofreciendo tapa.
El ambiente tranquilo y acogedor. Estuvimos cenando 8 adultos y 1 niña... pedimos varias rondas de cerveza y vinos, 5 chuletones, 1 burguer, 1 plato de pasta y 1 ronda de cubatas y salimos a 30 euros por cabeza sin contar a la menor. Totalmente recomendable.
Hemos visitado Ávila esta tarde y hemos tomado una caña en Bar Camilo, al pedir en la barra me dice la camarera: "aquí tiene la lista de las tapas, cuando sepas lo que queréis me dices" Yo: Eh??
Madre mía que lista de tapas... con la consumición puedes elegir la tapa que te apetezca en ese momento 🤩.
Hemos elegido 2 croquetón y 2 de oreja al ajilimoji y buenísimas!!! Y ademas el servicio perfecto.
Muy recomendable.
(4 personas)
Un bar de toda la vida, hay que pedir un barra, las tapas bien de tamaño, lo que menos nos gustó fué la cabecera de jabalí porque era todo grasa pero la oreja muy buena y sabrosa.
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