Una experiencia de 10. La verdad es que no me he arrepentido nada el irme de la franquicia de pizzas (rima con un juego de bar de abuelos) por estar demasiado lleno por entrar a este maravilloso lugar.
Llegamos sin reserva, pero como era pronto, nos buscaron un hueco entre sus horarios de reservas, fueron muy amables y profesionales. Eso sí, nosotros éramos dos y cenamos relativamente rápido, por eso nos pudieron atender, pero otras personas no tuvieron tanta suerte y no les pudieron atender por no tener reserva. Importante reservar. Merece la pena, las pizzas están riquísimas, la masa muy buena (soy del gremio y es de las mejores que he probado). Te aconsejan muy bien sobre las opciones de la carta. Servicio rápido y muy atentas todas las camareras, simpáticas y profesionales. Me pareció incluso barato, para la calidad de la comida. Estábamos de paso y fue un acierto, repetiría si frecuentase la zona.
Profesionalidad y cuidado al detalle incluso en el doblez de las servilletas. Se veía a todo el mundo disfrutando de platos estupendos. Los postres caseros,la pizza como hacía mucho que no comíamos de sabrosa. Un ambiente muy familiar, hemos estado muy a gusto.
La próxima vez seremos valientes y pediremos sangría.
Gracias por la buena experiencia.
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