El Bar Bodega Costa Brava es un oasis de autenticidad en medio de tanto "bar" de fuegos artificiales en pleno barrio de Gracia. Ambiente de bodega de toda la vida con un mobiliario añejo pero muy bien cuidado que le da ese toque de la taberna a la que acompañabas a tus padres en los ochenta . Espacio pequeño y muy acogedor. Su cocina se basa en productos de proximidad y la elaboración de sus platillos goza de un gusto exquisito en la vista y en la boca. Parece mentira como a partir de un encurtido se puede crear algo con toques modernos como sus alcachofas tiernas con brotes de soja y tomate deshidratado o sus sardinas ahumadas. También ofrecen platillos calientes de aquellos "de la mama" que están increíblemente buenos y que te sumergen aún más en esa experiencia que hace tiempo no disfrutabas. A destacar sus cazoletas de potaje de garbanzos y sobre todo las albóndigas con sepia increíblemente jugosas. Pero no podemos dejar de mencionar tampoco la chistorrica, las alitas de pollo con una buena ración de pimentón de la vera o su ensaladilla rusa con ese toque cítrico alucinante. De postres la tarta Tatin de manzana y helado, el Coulant de Chocolate e incluso el Brie con Membrillo son para alzar la vista al cielo y decir ¡gracias!. Os recomiendo después unos chupitos de mandarina, café o naranja con canela. Todos caseros y ¡muy peligrosos! Porque entran que no veas... Si, sí, y sí! Olé!

Siempre que voy a Barcelona, les hago la visita a los chicos y chicas del Costa Brava, me encanta el ambiente de bodega antigua renovada, la ensaladilla, las sardinas ahumadas, la oreja, boquerones….y el trato el mejor!!!!