Fui a cenar con mi pareja hace unos días ya que, al mediodía con el volumen de faena que hay es impensable y, cenamos por 15€ con pan, bebida y café incluido en ese precio. La calidad de la comida fue espectacular y la camarera que nos atendió fue increíble, muy atenta, ágil y la rapidez en mesa fue absoluta, se la veía muy profesional. Nos sentimos como si estuviésemos en casa, sin términos a dudas.
Muy buen menú, con raciones grandes y platos de pescado espectaculares. Servicio rápido y atento. Fácil de aparcar. Las ensaladas y espárragos no nos sorprendieron demasiado, pero el Gallo... eso era de otro planeta. Qué bien cocinado en su punto y qué salsita más bien conseguida. Si vuelvo, será seguro por los pescados. Me parecieron alucinantes.
El precio del menú de fin semana es un poco caro para los platos servidos. Los segundos un poco aceitosos. Poca información sobre alérgenos. El lugar está muy concurrido. Si no se quiere esperar para mesa, no lkegue en hora punta.
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