Un restaurante especial, el trato fue increible, te hace la comida que sea especial.
El dueño, un encanto, le comente que era celiaco y pregunte que podria comer y mi sorpresa fue grata ya que esta muy adaptado.
El menu es fantastico, a un precio asumible pero de una calidad extraordinaria, gazpacho (sin gluten, no lleva pan) y pollo asado, que si pillas el dia que se hace estas de suerte (con unas especias y un sabor increible).
Probamos tambien las croquetas (ya que eran sin gluten, y estaban muy ricas) se nota que lo que hacen es con mimo y buen hacer.
Ojala siga mucho tiempo por la isla, porque es un sitio al que repetir en cada visita.
su carta nos llamó sobre todo la carrillera se desasía súper bien en su salsa, las patatas bravas estaban riquísimas todo la comida en si es casera las porciones están bien no te quedas con hambre además hay varias cosas que se pueden compartir así que volveré allí cuando esté por Formentera
Pasamos a comer por recomendación y no nos decepcionó. Las tapas caseras y súper sabrosas. Destacaría las croquetas de jamón y las albóndigas, espectaculares ambas. La atención fue rápida y buena, es cierto que fuimos a mediodía y no había mucha gente por lo que los tiempos entre platos fueron perfectos. Pagamos 30€ por persona (éramos 2) y salimos llenos. La tarta de quedo deliciosa también! Volveremos seguro
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