Antigüo molino rehabilitado para convertirlo en un restaurante muy agradable, bonito, decorado con antigüos elementos del molino. Terraza espectacular para el buen tiempo.
La carta es muy buena, además de productos tradicionales, asados, alubias, sopa castellana, ternera de Avila, tiene otros que le diferencian de otros rtes de la zona: croquetas de centollo; bonito escabechado, un manjar; una tabla de quesos muy sabrosa,...
Muy buena carta de vinos, variada y amplia.
El servicio impecable, rebosan profesionalidad y amabilidad.
La comida exquisita, el precio nos pareció incluso barato, y el trato y servicio muy bien. Es un restaurante que merece la pena conocer. No le pongo 5 estrellas porque nos sentaron abajo y hacia un poco de frio, encima íbamos con un niño pequeño y no tenían una trona disponible, pero excepto eso, lo demás perfecto.
28-05-23 Fuimos porque nos había tocado una experiencia gastronómica en un sorteo. Al llegar vimos que tenían un amplio parking con una parte techada, cosa que agradecimos porque ese día llovía a cántaros.
El lugar es precioso y muy acogedor, con la decoración muy cuidada.
Cuando llegamos y dijimos el nombre de la reserva, sabían perfectamente de parte de quién veníamos, y se notaba que tenían estudiadas las reservas y previsión de ese día.
La atención por parte de todo el personal fue estupenda, agradable y profesional.
La comida tenía un gran sabor, elaboración y calidad.
Pedimos de más porque íbamos invitados y nos llevamos cosas para casa, sino con menos platos hubiésemos quedado satisfechos.
Viniendo de Madrid no nos pareció que el sitio fuese caro, pues por el mismo precio comimos mucho mejor que en muchos otros sitios de la capital con buenas reseñas.
Estuvimos muy a gusto, fue una gran velada.
Sin duda nos guardamos el lugar para volver en otro momento y para recomendárselo a nuestros amigos.
Seguir en la misma línea porque fue todo perfecto.
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